Durante el proceso de construcción de una vivienda se pueden producir cambios, sin embargo, nosotros nos encargamos de controlar cada parte del proceso, para que el diseño y la calidad de los espacios se ajusten a las necesidades de cada cliente.
Si ponemos el ejemplo de la cocina, la calidad del resultado final dependerá de muchos factores: preinstalaciones, espacio libre, acabados, etc… Por ello, hemos desarrollado un proceso de trabajo en el que comprobamos cada fase del proceso para conseguir el resultado final más satisfactorio posible.
Comenzamos a trabajar en un diseño único para cada cliente, nuestro deber es escuchar cada petición y aportar las ideas necesarias basadas en nuestra experiencia. Una vez realizamos la medición del espacio y llegamos a la distribución definitiva, asesoramos en la elección de cada material y personalizamos cada presupuesto.
En cada proyecto nos encargamos de planificar y comprobar las instalaciones de electricidad y fontanería con el propósito de facilitar el proceso de montaje de la cocina. Coordinamos a los proveedores e instaladores para conseguir tiempos de montaje muy reducidos y, de este modo, los resultados son increíbles.